Estos días estamos agobiados todos con evaluación y notas. Supongo que muchos conocéis este texto, pero aun a vosotros os resultará refrescante su recuerdo. Es una parodia de nuestras evaluaciones, que a pesar del tonor humorístico, refleja con exactitud en que se ha convertido tristemente una junta de evaluación, pues todos podemos reconocer en sus versos un rosario de situaciones que vivimos cada año desde que se aprobó la LOGSE. A los que no lo han leído nunca, deciros simplemente que el artista que lo fizo, midió muy bien las sílabas y empleó un vocabulario con gran acierto y sabor medieval, usando además de manera acertada la grafía de esa misma época, lo que muestra su erudición. Además, las referencias a romances clásicos como el del Prisionero, al ciclo artúrico o a modernas peliculas son la prueba de sus amplios conocimientos culturales. En resumen: una pequeña obra de arte, cuyo autor, como en todos los romances, prefiriió quedar en el anonimato, para que fuera el pueblo quien amplificase sus ecos.
Romance de la evaluación
Que por junio era por junio,
cuando ya el curso se acaba,
cuando el sol allá en lo alto
produçe grande galbana,
cuando los moços e moças
alixeránse de calças,
cuando los sudores reinan
por los pasillos e por aulas
e rainços olores salen
de sobacos e sandalias,
cuando ya por todas partes
la vacaçion se presagia,
cuando ni los profesores
da dar clase tienen gana
(si es que alguna vez la hubieron,
pues desto non hay constançcia).
¡Mes de junio, mes de junio,
fecha insoportable y áspera!
Tú fuiste, junio, testigo
de lo qu'este fraile narra.
Direvos que el instituto
del que mi romançe trata,
entre sudor e calores,
d'inquietud hormigueaba.
Ya son las evaluaçciones,
ya s'açerca la hora amarga,
en que a los quartos de ESO
la nota final se daba
I. Preparativos
Concurren con tal efeto
en una inhóspita sala
un tropel de profesores
con las notas preparadas.
Portan carpetas, listados,
libretillas repuxadas
axendas e cartapacios
en donde las notas guardan,
prestas para ser transcriptas
e pasadas a las actas.
Otrosí portan bolígrafos,
lápiçes e estilográficas,
gomas de borrar y reglas,
frascos d'una cosa blanca
que tiene por nombre "tipex"
e corrixe las erratas.
En derredor de una mesa,
los profesores s'instalan,
como honrados caballeros
d'aquella corte británica
del barbado rey Arturo,
el de la redonda tabla.
II. Los Profesores Ed. Física
Viérades allí, sentados
a la profe de Ximnasia
(mexor, de Educaçion Física
qu'es como agora se llama),
querida por los alumnos
porque los saca del aula
e les presta unos balones
para que peguen patadas.
III. Las Asignaturas
Viérades a uno de Física,
con la frente despexada
e cuya asignatura
sólo da cuatro chorradas
(qu'en los predios de la ESO,
tal como está la enseñança,
la Física, con la Química
- casi siempre xuntas ambas -,
si se dan, se dan poquiello,
pues son materias "non sanctas". Física y Química
Viérades allí sentado
al de Lengua Castellana
(que del nombre d'Española
non queda en la LOGSE nada
e de la Literatura...
mexor será non mentarla::
pues, cuando intenta que lean
los mochachos e mochachas
tanto en verso como en prosa
las obras más reputadas
de los autores insignes
que han existido en España,
pues no hay caso: o non las leen,
o non se enteran de nada). Lengua y Literatura
Ved al de Tecnoloxía,
qu'es disçiplina novata
(e que, perdonad al fraile,
non sé muy bien de qué trata), Tecnología
sentado al lado de un hombre
que suele dar Matemáticas
e que revienta de goço
cuando los alumnos captan
e el secundo trimestre
qué es una raíz cuadrada
(otra cosa bien distinta
es que puedan calcularla
si la su calculadora
non ha las pilas cargadas). Matemáticas
Viérades al de Latín,
qu'imparte Cultura Clásica
(insulso batiburrillo
con que non aprenden nada,
porque la lengua del Laçio
la tienen descomulgada). Latín
Allí se sienta el de Historia,
que ya non da la d'España,
porque da Çiençias Soçiales,
qu'es cosa refinada
que sólo enseña el entorno,
sólo nuestra comarca,
sólo el río del pueblo,
sólo el feudo de su sátrapa,
sólo historia del terruño
(e, para colmo, inventada). Geografía e Historia
Viérades al profesor
que da clase d'Informática
con el que los arrapieços
muy buenos ratos se pasan
dando golpes al teclado
de vetustos ordenatas,
ora matando marçianos,
ora ganando batallas,
ora atropellando viexas
o aplastando embaraçadas,
mostrando gran virtuosismo
e pericia destacada
en el control d'esos juegos
de los programas piratas;
ora entrando en internet
- diçen llamarse "internautas" -
para consultar, absortos,
todas las páxinas guarras. Informática
Viérades a la de Inglés,
comedida e recatada,
apocada e silenciosa,
buena chica, un poco pava,
qu'es el pito del sereno
cada veç qu'entra en el aula
e con la que los alumnos
normalmente se descaran,
sin fazer ningún apreçio
del habla de Gran Bretaña
(en sacándolos del "fucking"
e otras cuatro marranadas). Inglés
Viérades a la de Música,
e interpreta en el piano
melodías acordadas
de Mozart e de Beethoven,
de Schumann, Berlioz e Falla;
pero que siempre, la pobre,
anda como despistada
e non repara en las bromas
que le gastan a mansalva.
Los alumnos de la clase,
han descubierto la graçia
de tirar cosas al suelo
para ver cómo se agacha;
pues, siendo sus faldas cortas
e non gastando ella enaguas,
es fáçil, al inclinarse,
ver la color de sus bragas.
También se suelen reír
con la chocarrera chança
de pedirle, entre codaços,
entre guiños e alharacas
e con açentos procaçes:
- "¿Puedes tocarnos la flauta?" Música
Viérades allí sentado,
ocupando su butaca,
el cura de Religión
(me refiero a la chistiana)
que lleva desde hace tiempo
pidiendo liçençia al Papa
para fazer exorçismo
a esa tropa endemoniada
de mochachos e mochachas
que hanle tocado en desgraçia Religión
E viérades al de Ética
(de un filósofo se trata),
que non sabe qué fazer
con clase tan iletrada,
salvo poner en el vídeo
çintas çinematográficas,
qu'en los primeros dos meses
se traía de su casa,
pero que, tras el fracaso,
pone lo que ellos le traigan:
la última del "Chuarçeneguer"
o "De Texas la Matanza". Ética
Viérades al profesor
que les da clase de Plástica
(que antaño fuera Dibujo)
y qu'es artista de fama,
que consigue, a duras penas,
que traigan, casa semana,
en los cuadernos de clase
cosas pintarrajeadas:
a veçes le pintan monas,
o pintan cruçes gamadas,
o pintan moças en cueros,
o muy peores guarradas. Dibujo
Y ved al de Biología,
qu'es materia destacada,
en que, faze pocos días,
quisieron, con unas ranas,
fazer de la anatomía
buen aprendizaxe e práctica.
Començo la disecçión;
mas aquello semexaba
un amasixo sangriento
de vísceras desgarradas:
volaban las asaduras,
esparçíanse las ancas
las cabeças por los suelos
sin los sus cuerpos rodaban;
todos, alumnos e alumnas,
con festivas risotadas,
por dentro de las camisas
metíanse las entrañas
d'aquellos pobres anfibios
que otrora libres nadaban.
Fízose una veç, no más:
a la siguiente vegada
todas las explicaçiones
púsolas en la piçarra. Ciencias Naturales
E ved a la de Francés,
neurótica e trastornada,
que por una depresión
seis meses tuvo la baxa,
e que, faze pocos días
a las aulas regresaba.
Si bien, por lo que paresçe,
debiera volver a casa,
porque ha tornado mohína
en tan sólo una semana:
fuma complsivamente,
uno ençiende e otro apaga,
la voz se quiebra en solloços
cuando de las clases fabla
e vaga por los pasillos
con aflixida mirada. Francés
E viérades, entre tantos,
otra muy buena mesnada
de los que imparten talleres
(que son disçiplinas prácticas):
taller de silbo gomero,
taller de praxis dramática,
taller de cante flamenco,
taller de loça e çerámica,
taller de juegos de mesa,
de acedrex, dados y tablas,
taller de cunicultura,
taller de parla vernácula,
taller de papiroflexia,
taller de fazer pancartas,
taller de sexualidad
(la amanuense o solitaria,
o la de entre moço y moça,
o a la guisa de Sodoma,
mas con la goma calçada)
e taller d'ortografía
(el que se lleva la palma:
pues de todo instituto
sólo lo da una mochacha
e, ençima, a regañadientes,
pues teme las amenazas
que le profirió su padre,
cuando leyó unas palabras
que en la lista de la compra
la moça llevó apuntadas,
por no olvidar en la tienda
lo que la madre le encargaba:
"arina", "bino rrosado",
"quatro visteques de baca",
"gisántes", "hazucar", "guebos"
"un vote de merme helada"). Talleres Varios
La sesión de evaluaçión
dispuesta a empeçar estaba:
el tutor, que era de Lengua,
les dixo que se callaran
e pidió a la Orientadora
que por favor se sentara.
La Orientadora, psicóloga,
ha en propiedad la su plaça
desde que la LOGSE impera
en los çentros de enseñança.
Sabe al dedillo la ley,
e parla la xerga bárbara
de los psicopedagogos
e de la fauna logsiana.
IV. Comienza la Evaluación
Habla la Orientadora
Comiença la evaluaçión,
las notas allí se cantan:
- "Iván Peláez Borrego,
con este moço, ¡qué pasa?"
- "A aqueste le quedan seis:
titulaçión denegada".
Más fabló la orientadora;
d'aquesta guisa fablaba:
- "Non nos permite la LOGSE
fazer tan grand canallada:
si a algún alumno o alumna
no superase alguna área
siendo con 'insuficiente'
evaluado o evaluada,
debe discutirse aquí
si es persona preparada,
si domina las destreças,
los obxetivos d'etapa,
si se axustan los diseños,
si se dan las circunstançias,
si se fizo adaptaçión
al chaval o a la chavala,
si de los proçedimientos
se llevó relaçión clara
e si de las actitudes
quedó notoria constançia.
¿Detectáronsele a tiempo
todas estas problemáticas?
¿Se fizieron formularios,
programaçiones de aula?
¿Motivósele al efeto
con estratexia adecuada?
¿Fízose por el tutor
en la clase soçiograma?"
Muchos de los profesores
se miran, piensan y callan.
Hubo allí largo silençio:
ni una mosca se escuchaba.
Mas luego fabló el de Historia,
bien oiréis lo que fablaba:
- "¡Pero si este moçalbete
la más de las veçes falta,
e, cuando viene, molesta,
grita, juega, se levanta,
non atiende al profesor,
non estudia, non trabaxa,
non se está quedo un momento,
de los profesores pasa,
es deslenguado, soez,
torpe, neçio e tarambana!
¿Cómo darle el mismo título
que al que se aplica e se afana
e saca muy buenas notas
e cumple normas e pautas?
Sería inicua ixustiçia,
sería indeçente práctica,
sería de los calçones
fazer muy grande baxada."
Los profesores se miran
e, con voç, amortiguada,
se comentan a la orexa
las cosas que allí se tratan:
los más pareçen de acuerdo,
otros niegan e rechaçan.
V. Hablan los Profesores
- "¡Cómo puedes deçir eso!"
Ya la orientadora exclama.
- "¡Non quieres tener en centa
la normativa aprobada!
¿Te has leído el Plan de Centro?
¿Has repasado las páxinas
de los valiosos Diseños
Curriculares de Etapa?
¿Practicas la evaluaçión
continua e bien adaptada?
¿Non aplicas en tu clase
la enseñança igualitaria?
Si el mochacho non te atiende
será porque usas la práctica
de la liçión maxistral,
qu'es retrógrada e nefasta.
Debes dar motivaçión
a educando y educanda,
desçender de la tarima,
qu'es plataforma tiránica;
debes ser más solidario
con chavales e chavalas,
darles menos contenidos,
que non fazen mucha falta,
e mirar sus intereses,
captar bien su idiosincracia
et educar en valores
de soçiedad democrática;
ser más tolerante e lúdico,
ser con ellos camarada
e mostrarte comprhensivo.
en cada unidad didáctica".
VI. La Orientadora sigue Replicando
- "Pero, en aprobando aqueste,
¿quién el título no alcança?
Veremos el curso próximo
cómo se asienta en las aulas
e cursa el bachillerato,
ansí, por toda la cara,
un tropel de analfabetos,
de vagos, xetas e maulas,
de mochachos inorantes
e de iletradas mochachas
que non fazen ni la o
con el hueco de una caña".
Subieron las discusiones,
arreçiaron las palabras,
se esgrimieron çirculares,
leyes, fueros ordenanças,
fablóse allí de prinçipios,
de posturas reacçionarias,
de los derechos humanos
e fasta de democraçia.
De lo divino e lo humano
todo el mundo allí fablaba.
VII. Reflexiones
Llevaban ansí tres horas
e el personal se cansaba.
Fasta que un profesor dixo:
- "A ver, ¿cuántas le quedaban
al moço que, por el título,
la disputa orixinara?"
- "Quedabánles seis" - Responden.
- "Pues yo, que soy de Matemáticas,
las cuales eran suspensas,
pues... me dispongo a aprobárselas".
- "Ya sólo son çinco, entonces."
Y la de Francés, que estaba
mohína y entristeçida,
a punto de echar lágrimas,
dixo con voç melancólica,
morteçina e apagada:
- "Ponle aprobado en Francés".
- "E apruébale también la Plástica".
(Sonó la voç del artista,
que tenía enormes ganas
de acabar las discusiones
e irse a pintar a su casa)
- "Pues yo, para no ser menos,
le apruebo Cultura Clásica".
E, ansí, aprueba que te aprueba,
el "typex" se chorreaba,
sumergiendo los suspensos
baxo una pátina blanca.
El tutor, los 'suficientes'
prestamente rotulaba:
- "Iván Peláez Borrego:
quédanle dos, luego... ¡pasa!
Y se acabó, compañeros:
firmad al pie de las actas".
VIII. Fin de la Evaluación
miércoles, 23 de junio de 2010
Romance de la evaluación (una pequeña obra de arte)
Publicado por
Eduardo López Prieto. IES Javier de Uriarte (Fuentebravía)
en
10:46
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Evaluación
martes, 8 de junio de 2010
Atención a la diversidad
Desde que un inteligente psicopedagogo (no estoy diciendo que sea una carrera cuyo título regalen con las tapas de los yogures, ojo, no me comiencen a malinterpretar) acuñara de forma tan brillante el concepto, no he oído nunca a nadie pronunciarse en contra. Diversidad, divina palabra ante la que todos inclinamos la cabeza y nos damos golpes en el pecho. Al escucharla en boca de un pedagogo, suena a música celestial ante la que es imposible oponerse (salvo que uno sea un desalmado). La diversidad suena como una fórmula taumatúrgica que nos remite a ideas como individuo, multiculturalidad, personalización, exclusividad o tolerancia. Ya oímos sonar las trompetas y un profeta en la cumbre cantando: “Somos distintos, pero nos queremos y hacemos hasta lo imposible por favorecernos”. Puestas así las cosas: ¿Quién puede estar en contra de la diversidad? Y es que todos pensamos que no puede haber nada más loable que la atención a la diversidad. Ningún objetivo de nuestro sistema educativo es más beneficioso y altruista. En nuestro mundo docente viene a ser, más o menos, lo que la paz universal, la concordia humana o la defensa de los derechos humanos en el mundo real.
Y luego tenemos la palabra “atención”, que es también muy bonita, oigan. Viene de que hay que atender, prestar atención, ser paciente. ¿Qué docente no está dispuesto todos los días a demostrar a su dirección, a sus compañeros, a sus alumnos y hasta a sus padres (los de los alumnos, quiero decir) que posee en grado sumo esas magníficas virtudes?
En mi instituto llevamos muchos años de atención a la diversidad. Ya tenemos experiencia de qué se trata. La atención a la diversidad proviene siempre de los de arriba. El director aparece con un plan, la jefa de estudios aparece con una ficha, la orientadora nos lanza un discurso pedagógico muy altruista... Y siempre viene acompañada de la amenaza: “la inspección va a mirar detalladamente, la inspección va a repasar los planes, la inspección por allí y por acá, por tierra, mar y aire va a fiscalizar que cumplamos con la diversidad". Suenan las sirenas de alarma. Zafarrancho de combate.
Luego los profesores intentan atender a la diversidad en las propias aulas. Es entonces cuando las grandes ideas, la paz, la armonía universal, el comunismo libertario y hasta la diversidad se encuentran con problemas. Es entonces cuando el docente (que no hace los planes, ni los transmite, ni genera fichas ni papeles para rellenar, pero se enfrenta a la realidad del problema)toma conciencia de que el niño diverso necesita una atención personalizada y que eso es simplemente imposible en nuestro sistema educativo (y quizá en ningún otro). Mientras tratamos de explicar un concepto al niño diverso, los otros niños tienen que trabajar por su cuenta porque un alumno así necesita de explicaciones sencillas, rápidas y directas; es decir, necesita, precisamente debido a que necesita una atención personalizada, una atención personalizada (sic). Y el problema es que el docente a la vez tiene que mantener la disciplina y darle clase a los demás. Y eso es imposible. No tenemos cuatro manos, dos cabezas y cuatro piernas. Entonces el docente recurre a las fichas, tan socorridas, que el alumno diverso realiza de forma disciplinada (o no) y nos entrega. Las fichas deben tener una condición para poder ser rellenadas por el diverso y es que no supongan aprendizaje alguno, pues si ese aprendizaje se produce habrá de requerir de nuestra explicación. Así que las fichas son simplemente colecciones de ejercicios mecánicos. Así, toda la clave de la diversidad acaba resultando planificar fichas que los alumnos puedan realizar solos, ergo, no supongan aprendizaje. Por tanto, la diversidad acaba suponiendo encontrar el nivel del alumno para atiborrarle de fichas de ese nivel hasta que se aburre.
Y entonces, llega el final. ¿Va a asumir el sistema que esto es así? Noooo. Entonces la Inspección, la Jefatura de Estudios o el Departamento de Orientación idean la ficha de evaluación. La evaluación es la palabra clave, el sitio donde se plasman todas las mentiras, el lugar a donde llevan los focos de la propaganda. Porque para que todo funcione bien, lo importante no es que sea así realmente, sino que la población lo crea. Y esa es justamente la función de los papeles y las fichas de evaluación: oscurecer la realidad, suplantarla hasta donde sea posible con la garantía de que las mentiras quedarán en la impunidad porque son más los que se alimentan de ellas (políticos, pedagogos, directores y padres-votantes) que los interesados en que la verdad impere en nuestros centros.
Y por eso está muy bien dicho eso de “atención a la diversidad”. Sí, atención a la falacia que el término “diversidad” encierra.
Y luego tenemos la palabra “atención”, que es también muy bonita, oigan. Viene de que hay que atender, prestar atención, ser paciente. ¿Qué docente no está dispuesto todos los días a demostrar a su dirección, a sus compañeros, a sus alumnos y hasta a sus padres (los de los alumnos, quiero decir) que posee en grado sumo esas magníficas virtudes?
En mi instituto llevamos muchos años de atención a la diversidad. Ya tenemos experiencia de qué se trata. La atención a la diversidad proviene siempre de los de arriba. El director aparece con un plan, la jefa de estudios aparece con una ficha, la orientadora nos lanza un discurso pedagógico muy altruista... Y siempre viene acompañada de la amenaza: “la inspección va a mirar detalladamente, la inspección va a repasar los planes, la inspección por allí y por acá, por tierra, mar y aire va a fiscalizar que cumplamos con la diversidad". Suenan las sirenas de alarma. Zafarrancho de combate.
Luego los profesores intentan atender a la diversidad en las propias aulas. Es entonces cuando las grandes ideas, la paz, la armonía universal, el comunismo libertario y hasta la diversidad se encuentran con problemas. Es entonces cuando el docente (que no hace los planes, ni los transmite, ni genera fichas ni papeles para rellenar, pero se enfrenta a la realidad del problema)toma conciencia de que el niño diverso necesita una atención personalizada y que eso es simplemente imposible en nuestro sistema educativo (y quizá en ningún otro). Mientras tratamos de explicar un concepto al niño diverso, los otros niños tienen que trabajar por su cuenta porque un alumno así necesita de explicaciones sencillas, rápidas y directas; es decir, necesita, precisamente debido a que necesita una atención personalizada, una atención personalizada (sic). Y el problema es que el docente a la vez tiene que mantener la disciplina y darle clase a los demás. Y eso es imposible. No tenemos cuatro manos, dos cabezas y cuatro piernas. Entonces el docente recurre a las fichas, tan socorridas, que el alumno diverso realiza de forma disciplinada (o no) y nos entrega. Las fichas deben tener una condición para poder ser rellenadas por el diverso y es que no supongan aprendizaje alguno, pues si ese aprendizaje se produce habrá de requerir de nuestra explicación. Así que las fichas son simplemente colecciones de ejercicios mecánicos. Así, toda la clave de la diversidad acaba resultando planificar fichas que los alumnos puedan realizar solos, ergo, no supongan aprendizaje. Por tanto, la diversidad acaba suponiendo encontrar el nivel del alumno para atiborrarle de fichas de ese nivel hasta que se aburre.
Y entonces, llega el final. ¿Va a asumir el sistema que esto es así? Noooo. Entonces la Inspección, la Jefatura de Estudios o el Departamento de Orientación idean la ficha de evaluación. La evaluación es la palabra clave, el sitio donde se plasman todas las mentiras, el lugar a donde llevan los focos de la propaganda. Porque para que todo funcione bien, lo importante no es que sea así realmente, sino que la población lo crea. Y esa es justamente la función de los papeles y las fichas de evaluación: oscurecer la realidad, suplantarla hasta donde sea posible con la garantía de que las mentiras quedarán en la impunidad porque son más los que se alimentan de ellas (políticos, pedagogos, directores y padres-votantes) que los interesados en que la verdad impere en nuestros centros.
Y por eso está muy bien dicho eso de “atención a la diversidad”. Sí, atención a la falacia que el término “diversidad” encierra.
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viernes, 4 de junio de 2010
Rebelión en las aulas
Me llegan noticias de nuevas agresiones. Desafortunadamente, este artículo que hoy cuelgo y que escribi hace un par de años para el periódico Viva de Jerez sigue de plena actualidad...
Ahí va el texto
Con más prisas que pausa, desde hace demasiado tiempo, todas las administraciones públicas de nuestra nación siguen deconstruyendo los institutos en estudios. En los últimos años de conflicto escolar han causado baja muchos alumnos y profesores, que han sido tachados/despachados en las listas de las consejerías de toda España como casos aislados. Serán aislados simplemente porque las consejeras y los delegados de turno los aíslan de las otras decenas que ocultan en sus cajoneras estadísticas. También cada una de las víctimas del terrorismo o de la violencia doméstica, separada de las demás, sería un caso aislado. El aislamiento no es entonces más que una estrategia voluntaria para facilitar el olvido. Una sociedad que quiere solucionar un problema social no aísla a sus víctimas, las reúne y apoya. No las minimiza, las reivindica.
Lo cierto es que las mismas paredes blancas que oyeron a Antonio Machado en Soria o Baeza o a Dámaso Alonso o al mismo Quevedo en Madrid, contemplan hoy, silenciosas, mudas de espanto, la degradación progresiva del sistema educativo público. Quizá es que se conforman con no verse un día manchadas de rojo. Porque esos blancos muros de la patria mía donde hoy se desmorona la cultura, han pasado a cobijar en demasiadas ocasiones (una sola es suficiente) el peor cine de acción. Tiroteos de insultos, explosiones de agresividad, escenas de empujones, secuencias bien aprendidas de acoso a los débiles y a los que intentan estudiar se ensayan en bastantes centros de España. Allí se repiten hasta que salgan bien las tomas más fuertes, esas que no se recomiendan a los menores: reyertas a navajazos, peleas de artes marciales o hasta linchamientos de profesores. Nuestra profesión ya es la que más bajas por ansiedad causa... Se abre el casting en los Estudios Ponferrada, Canarias, Elche, Lepe… Cualquier sitio es bueno para comenzar la filmación.
¿Se acuerdan de aquella película de Sidney Pottier? Rebelión en las aulas. Un profesor enfrentado a un montón de inadaptados sociales. ¿Quién nos iba a decir que los pedagogos progresistas iban a traernos a España ese mismo sistema educativo? Gracias a ellos, los profesores están dejando de serlo. Ahora se trata de convertirse en tolerantes educadores de calle: tipos duros pero sensibles, capaces de dirigir con mano izquierda a sus actores en los arriesgados rodajes en versión española de West Side Story, Rebeldes o La ley de la calle. Poco papel, pocas letras y mucha acción, que eso motiva más. Los pedagogos progres han copiado el sistema educativo de Estados Unidos. En la pública vale todo; y los ricos, a la privada. Pero de allí nos llegó en la última década Bowling for Columbine y la genial Elephant. Jóvenes matando a tiros a sus compañeros de pupitre. ¿Es ese también nuestro futuro?
Y ya que no se estudia en las clases, reconvirtamos los edificios en los grandes estudios de una nueva fábrica de pesadillas sociales. De allí saldrán buenos actores y mejores cintas. Podemos elegir género. ¿Western? Solo ante el peligro. Un profesor frente a todos los forasteros que se han hecho los dueños del saloon. ¿Bélico? Salvar al soldado Ryan. Un alumno acosado por otros jóvenes debe ser salvado por un ejército de los pedagogos más progresistas. ¿Qué les parece?
Lo que parece es que en la última encuesta de las distintas administraciones con competencias en el asunto (y el asunto es la educación de los españoles para hacerlos libres e iguales ante la ley) los profesores prefieren las películas ambientadas en la Edad Media. Así, al menos, podrán entrar en clase con armadura.
Ahí va el texto
Con más prisas que pausa, desde hace demasiado tiempo, todas las administraciones públicas de nuestra nación siguen deconstruyendo los institutos en estudios. En los últimos años de conflicto escolar han causado baja muchos alumnos y profesores, que han sido tachados/despachados en las listas de las consejerías de toda España como casos aislados. Serán aislados simplemente porque las consejeras y los delegados de turno los aíslan de las otras decenas que ocultan en sus cajoneras estadísticas. También cada una de las víctimas del terrorismo o de la violencia doméstica, separada de las demás, sería un caso aislado. El aislamiento no es entonces más que una estrategia voluntaria para facilitar el olvido. Una sociedad que quiere solucionar un problema social no aísla a sus víctimas, las reúne y apoya. No las minimiza, las reivindica.
Lo cierto es que las mismas paredes blancas que oyeron a Antonio Machado en Soria o Baeza o a Dámaso Alonso o al mismo Quevedo en Madrid, contemplan hoy, silenciosas, mudas de espanto, la degradación progresiva del sistema educativo público. Quizá es que se conforman con no verse un día manchadas de rojo. Porque esos blancos muros de la patria mía donde hoy se desmorona la cultura, han pasado a cobijar en demasiadas ocasiones (una sola es suficiente) el peor cine de acción. Tiroteos de insultos, explosiones de agresividad, escenas de empujones, secuencias bien aprendidas de acoso a los débiles y a los que intentan estudiar se ensayan en bastantes centros de España. Allí se repiten hasta que salgan bien las tomas más fuertes, esas que no se recomiendan a los menores: reyertas a navajazos, peleas de artes marciales o hasta linchamientos de profesores. Nuestra profesión ya es la que más bajas por ansiedad causa... Se abre el casting en los Estudios Ponferrada, Canarias, Elche, Lepe… Cualquier sitio es bueno para comenzar la filmación.
¿Se acuerdan de aquella película de Sidney Pottier? Rebelión en las aulas. Un profesor enfrentado a un montón de inadaptados sociales. ¿Quién nos iba a decir que los pedagogos progresistas iban a traernos a España ese mismo sistema educativo? Gracias a ellos, los profesores están dejando de serlo. Ahora se trata de convertirse en tolerantes educadores de calle: tipos duros pero sensibles, capaces de dirigir con mano izquierda a sus actores en los arriesgados rodajes en versión española de West Side Story, Rebeldes o La ley de la calle. Poco papel, pocas letras y mucha acción, que eso motiva más. Los pedagogos progres han copiado el sistema educativo de Estados Unidos. En la pública vale todo; y los ricos, a la privada. Pero de allí nos llegó en la última década Bowling for Columbine y la genial Elephant. Jóvenes matando a tiros a sus compañeros de pupitre. ¿Es ese también nuestro futuro?
Y ya que no se estudia en las clases, reconvirtamos los edificios en los grandes estudios de una nueva fábrica de pesadillas sociales. De allí saldrán buenos actores y mejores cintas. Podemos elegir género. ¿Western? Solo ante el peligro. Un profesor frente a todos los forasteros que se han hecho los dueños del saloon. ¿Bélico? Salvar al soldado Ryan. Un alumno acosado por otros jóvenes debe ser salvado por un ejército de los pedagogos más progresistas. ¿Qué les parece?
Lo que parece es que en la última encuesta de las distintas administraciones con competencias en el asunto (y el asunto es la educación de los españoles para hacerlos libres e iguales ante la ley) los profesores prefieren las películas ambientadas en la Edad Media. Así, al menos, podrán entrar en clase con armadura.
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