Los últimos acontecimientos en
Cataluña con la participación de niños en actos separatistas y en
las Islas Baleares con el chantaje de los sindicatos de profesores contra el uso del español en la
educación son en realidad las dos caras de una misma moneda.
Uno de los efectos de las leyes de
educación a partir de la LOGSE (que, de facto, sigue siendo la norma
inspiradora de las sucesivas reformas que entraron en vigor hasta
llegar a la actual LOE y la próxima LOMCE) fue el establecimiento
en España de sistemas educativos distintos en su territorio
nacional.
Esta afirmación puede ser polémica,
pero es la realidad. Tan solo en lo referente a las titulaciones y la
normativa sobre cómo obtenerlas, se puede hablar de un sistema
educativo unitario en España. Todos los otros elementos del
currículo son, de facto, diferentes. Y esta es la realidad, se
pongan como se pongan los pedagogos progresistas y los legisladores
del PSOE, verdaderos artífices de el sistema educativo que
padecemos.
En lo que se refiere al qué enseñar,
a los contenidos, las diferencias son abismales. No solo hay
asignaturas diferentes en un grado enorme sino que los contenidos de
estas varían mucho en las comunidades que sufren gobiernos
separatistas. La asignatura de Historia ha sido tergiversada y
utilizada durante décadas en las comunidades autónomas con
gobiernos separatistas para sembrar la división, cuando no el odio a
lo que de común tienen los ciudadanos de nuestra nación. Se trata
de un fenómeno tan egoísta como infantil. ¿Acaso hubiera sido
viable la existencia de un estado catalán o vasco en la
Edad Media o en la Edad Moderna? No, de hecho, la historia nos
demuestra que eso fue imposible. ¿Acaso hubieran obtenido el éxito
económico regiones como Cataluña o Vasconia sin formar parte de
España y aprovechándose de la política proteccionista durante siglos para que medrara
su industria metalúrgica o textil?¿A quién habrían vendido las
telas los catalanes? ¿A los franceses? ¿Y el metal los burgueses vascos? ¿A los ingleses?¿Hubieran
tenido las mismas facilidades para comerciar o instalarse en América
de no haber sido españoles? Incluso hoy ¿sería tan conocido Serrat
en Argentina o La oreja de Van Gogh si cantaran en catalán o
vascuence respectivamente? No. Y esto, que es básico y remarco esta
palabra, esto que es básico, insisto, no se enseña a los niños
catalanes y vascos desde hace décadas sino todo lo contrario. El día que se separen comenzará en esas regiones el paraíso en la Tierra... ¿Acaso alguien duda de que
el proceso separatista iniciado por CiU y Esquerra Republicana sería
posible sin décadas de educación separatista?
A esta sandez separatista han
contribuido desde las diferentes autonomías con lo que podríamos
llamar el “paletismo ilustrado”, hasta el punto de que en
Canarias se convirtió en asignatura el silbo gomero, un elemental medio de comunicación entre pastores por medio de silbidos o en Asturias o
Andalucía se alienta el mito de que sus habitantes tienen una lengua
propia. No olvidemos que incluso profesores de la Universidad Pablo
de Olavide (Sevilla) como el ínclito Huan Porrah (sic) contribuyen
con su obra fantástica (y lo decimos de forma literal) a divulgar la
necedad y la confusión entre los estudiantes universitarios.
Seguramente el señor Porrah no será capaz de leer este texto pues
su lengua (el andaluz) es diferente a la mía (el español).
Y toda esta deriva separatista o
localista (que en el fondo es casi lo mismo) ha sido bendecida por
los políticos locales para halagar los instintos más bajos y
xenófobos de sus poblaciones respectivas. No hará falta insistir en
que cuanto más a la izquierda se sitúen las siglas más se evita el
empleo de la palabra España o español.
Por lo que se refiere al cómo enseñar,
son ya décadas en las que tampoco hay un sistema unitario en España.
La razón es evidente: la lengua vehicular en la que se enseña varía
de una región a otra. Es más difícil para un alumno de Cádiz
adaptarse a la educación en Cataluña que hacerlo a un ecuatoriano a
un centro de Madrid. Esa es la triste realidad.
Toda esta deriva separatista que ahora
nos inunda tiene sus raíces en un marco constitucional
deliberadamente ambiguo, en una ley electoral perversa y en una
actitud partidista (la del PSOE) que siempre ha preferido buscar lo
que había de diferente entre los españoles antes que lo que tenían
en común como forma de debilitar a la derecha y alcanzar el poder.
España es el único país del mundo
donde los separatistas pueden pactar con la izquierda nacional.
¿Alguien cree que en Francia tienen algún tipo de resonancia las
peticiones de bretones, normandos, corsos, vascos o catalanes
pidiendo que su lengua sea vehicular en los institutos y colegios
galos? La Constitución de la República Francesa (que no lo
olvidemos, es una nación democrática desde 1789) consagra el
idioma francés como lengua vehicular en exclusiva enla educación pública y por tanto la
única diferencia entre un instituto de París y uno de Perpignan es
que en el de Perpignan se enseñan (en algunos cursos) dos horas de
catalán a la semana. Es decir, una solución sensata y, sobre todo,
integradora, que garantiza la unidad indivisible de la nación (si,
esa terminología no es fascista, está directamente sacada de la
Constitución de Francia y del último decreto de su presidente Hollande, que
pertenece al Partido Socialista de Francia). Es triste que en España
cuando alguien habla de la indivisible unidad de la nación,
cualquier ignorante progresista de medio pelo le mire con sonrisa de
conmiseración o burla. No, lo progre es que nos separemos.
No es casualidad que haya sido en esas
comunidades autónomas donde han surgido dos formaciones políticas
(me refiero a Ciudadanos de Cataluña y a UpyD) que sin adscribirse
en la ideología conservadora, defienden una idea nacional. No es
casualidad tampoco que su crecimiento sea constante y paralelo a la
caída del PSOE. Pero no sabemos si habrá tiempo para impedir el
desaguisado pues solo desde la unidad nacional podrá evitarse el
órdago que el separatismo está lanzando a la nación. Ya hay una
fecha: setiembre de 2014. Estamos a un año.
Desafortunadamente, desde hace años, España ha entrado en una espiral cuyas consecuencias no podemos
prever en su totalidad, aunque lo que es seguro es que no serán
buenas. Que a nadie se le olvide que todo este proceso hubiera sido
imposible sin las claudicaciones de los sucesivos gobiernos de España
y, sobre todo, sin el empleo del sistema educativo como arma para fomentar el
odio por parte de los separatistas amparados por muchas personas de
izquierda de toda España, profesores incluidos.
12 comentarios:
Lo decía José Ramón Recalde, político del PSOE, ex-consejero de educación en el gobierno vasco y víctima de un atentado de ETA que casi le cuesta la vida. El PSOE se equivocó al confiar en los nacionalistas y cederles las competencias en educación. Pero ya no tiene remedio.
No me voy a extender, sólo unos datos aislados.
Los niños catalanes no tienen una sola hora de clase en castellano hasta 1º de primaria. Durante los seis curso de primaria tienen 4 horas a la semana. Lógicamente su nivel de castellano es mucho más bajo que el de catalán. Todos los docentes reconocen sin problema que tanto en las pruebas de nivel como en la selectividad, el nivel exigido de castellano es más bajo. Se intenta que los niños se relacionen en catalán entre ellos desde pequeños.
Asignatura: "Historia de España", 2º de bachillerato. Para empezar, el libro se titula "Història", no sea que la palabra "Espanya" les cause una erupción cutánea a los lectores.
Una perla de ese libro (no recuerdo la editorial): "al acabar la Guerra Civil la represión fue brutal en Cataluña y el País Valencià". (punto final) No hay mención a más represiones en otros sitios (en Andalucía, por ejemplo, no hubo, ¿verdad?).
En la biblioteca del colegio de mis hijos los libros en catalán tienen una bandera catalana en el lomo, los libros en inglés una bandera inglesa y los libros en castellano... ¿una bandera de España?, no señor, una imagen de Mickey Mouse.
30 años de Mickey Mouse al final dan sus frutos.
Perdone mi ignorancia y con todos los respetos pero ¿qué idioma es ese? ¿castellano?
Vivo en Inglaterra y hablo inglés, viví en Cataluña y hablo catalán, también viví en Menorca y hablo menorquín y nací en Madrid y pensaba que hablaba Español.
Tal vez por eso los libros en castellano tengan una imagen del ratón Mickey. Si estuvieran en español seguro que tendrían su correspondiente bandera.
Española.
Así nos va.
Hola, amigos y bienvenidos al blog:
Durante la dictadura y durante la Restauración borbónica, la sociedad española ha hecho numerosísimas concesiones a los separatistas. Ninguna de ellas ha servido más que para alimentar su odio y huida fuera de España, sufragada por todos los españoles.
Dice Álvaro que Recalde decía que se equivocaron al cederles la educación. Pero eso no es cierto. No se equivocaron... Si uno analiza en profundidad por qué en todas las autonomías se ha cedido ante el separatismo, se encuentra que se debe a un complejo de culpa. Me explicaré: las gentes de izquierda creen que EFECTIVAMENTE ESPAÑA OPRIME a las nacionalidades históricas. Esa es la clave que explica todo. Es decir, en el fondo, cree que los separatistas tienen razón. Les dan la razón implícitamente y luego se quejan de sus excesos. Eso es lo único que explica que "se equivoquen". Desde algo antes de que muriera Franco se difundió entre la izquierda la idea de que España era la "carcelera de los pueblos" y que las lenguas autóctonas habían sido oprimidas. De hecho, entre los izquierdistas se miró con simpatía a la ETA. Aceptaron el discurso separatista sin cuestionarlo. Y quienes lo han cuestionado (desde las filas de la izquierda, aconsejo leer vivamente El paraíso políglota de Lodares) han caído en el silencio o la marginación (léase Redondo Terreros). Lo cierto, insisto, lo cierto es que esa opresión del español no existió NUNCA. Y quien niegue esto es que desconoce la historia de nuestro bendito idioma.
Quien no tiene derecho a denominar a todas las lenguas emparentadas con el lemosín (dialecto provenzal) como catalán son precisamente los catalanes, pues el catalán es un dialecto más, si se quiere el dominante en Barcelona, de esa rama lingüística del lemosín. Es curioso que quienes se quejan de imperialismo estén perpetrando culturalmente (porque no pueden hacerlo con tanques al estilo nazi) una invasión de Valencia y Baleares en toda regla. Y con el apoyo de la izquierda...
Esa claudicación moral y política de la izquierda es la que explica también que se haya desterrado del lenguaje dominante las palabras España y español. España y español ha sido empleadas como un insulto por los separatista (quienes hayan vivido en Vasconia o en Cataluña lo saben bien) y las izquierdas han buscado un eufemismo (castellano, Estado) aceptando una vez más, claudicando como siempre ante los separatistas. Eso, al final, es lo que explica que al final acaben desapareciendo el término español y siendo sustituido por banderas de Mickey.
Más triste es todavía que a esta cesión izquierdista le haya seguido la cesión de la derecha... Eso ya es de nota. Que a estas alturas, el PP acepte el cupo vasco y se plantee mejorar la financiación catalana es de sainete.
Y en realidad sólo tiene una explicación y es la naturaleza del propio sistema que, no lo olvidemos, no fue organizado por PP y PSOE sino por la propia monarquía juancarlista.
Son muchas las cosas que hay que modificar en España, pero creo que todos somos conscientes de que esta monarquía (me refiero la encabezada por el rey Juan Carlos) será incapaz de hacerlo.
Malizia, no sólo perdono su ignorancia, sino que le propongo ayuda para paliarla.
Diccionario Panhispánico de Dudas:
español. Para designar la lengua común de España y de muchas naciones de América, y que también se habla como propia en otras partes del mundo, son válidos los términos castellano y español. La polémica sobre cuál de estas denominaciones resulta más apropiada está hoy superada. El término español resulta más recomendable por carecer de ambigüedad, ya que se refiere de modo unívoco a la lengua que hablan hoy más de cuatrocientos millones de personas. Asimismo, es la denominación que se utiliza internacionalmente (Spanish, espagnol, Spanisch, spagnolo, etc.). Aun siendo también sinónimo de español, resulta preferible reservar el término castellano para referirse al dialecto románico nacido en el Reino de Castilla durante la Edad Media, o al dialecto del español que se habla actualmente en esta región. En España, se usa asimismo el nombre castellano cuando se alude a la lengua común del Estado en relación con las otras lenguas cooficiales en sus respectivos territorios autónomos, como el catalán, el gallego o el vasco.
Enciclopedia Espasa:
castellanohablante. Que habla sin dificultad el castellano o español, ya sea porque es su lengua materna o por haber adquirido un elevado dominio de este idioma.
A lo mejor estoy equivocado, pero a lo que yo hablo le llamo castellano o español dependiendo del contexto.
Por cierto Malizia, mucho mérito hablar menorquín, yo a duras penas lo entiendo.
Muchísimas gracias, don Álvaro, por iluminarme.
Lo del menorquín (y su relación con el imperialismo catalán)podría dar para una entrada aparte. También las anécdotas de una madrileña hablando menorquín en Barcelona. Pero estoy desvariando y hoy estoy flamenca(que decía mi abuela. Tengo entendido que la diferencia entre una lengua y un dialecto es que sus hablantes no se entienden entre ellos ¿verdad? Yo, indudablemente abogo por la identidad del menorquín como idioma con sus correspondientes dialectos (plà, mahonés, lo que quiera que se hable en Alaior...) sometido al yugo del imperialismo catalán que piensa que la isla de Menorca es el jardín de su casa y puede disponer de ella, de su cultura, gastronomía e idioma por no sé qué motivo histórico (no sé historia, soy de ciencias, sólo sé que esa isla ha sido fenicia, griega, cartaginesa, francesa,inglesa, bizantina, normanda, árabe....y también catalana) imponiendo su ortografía y gramática, no dejando que los niños hablen ni escriban su lengua (el menorquín) en el colegio, y no dejando opción a ningún tipo de pegatina en el lomo de sus libros pues están todos escritos en esa lengua imperialista, impuesta, que se llama catalán.
Por eso mismo me niego a hablar castellano. Y por eso mismo le resulta a usted tan difícil entender el menorquín: probablemente usted sólo hable el catalán. ¿Me equivoco?
Estimaods amigos: Parece que hay una polémica lingüística. Así que tranqulidad y buenos alimentos. Ambas entradas son interesantes y merecen su comentario, creo.
El término de castellano, como dice el diccionario que cita Álvaro, es el preferible para referirse al dialecto histórico que provino del latín hasta que se constituyó en español. Este hecho es situado por Rafaael Lapesa en el siglo XII. Luego no es el término preferible para referirse a la lengua española. El hecho de que el diccionario conceda en llamar castellano al idioma y no al dialecto en España se debe a la aceptación de un término político (el que impuso el artículo 3 de la Constitución) y on lingüístico. Es decir, es una claudicación más ante el separatismo, en este caso de la institución que debería velar por la lengua española. La financiación de la RAE y del Instituto Cervantes depende del Estado. Sobran las palabras.
La definición de lengua y dialecto es diferente según el lingüista. Un criterio que se emplea actualmente, efectivamente, es la comprensibilidad. Y si es cierto que los habitantes de Menorca no son entenddidos en Barcelona quiere decir que hablan idiomas distintos. Es así de simple.
Por lo referente al catalán, hay que señalar que los lingüistas europeos no reconocen al catalán ninguna prioridad ni preeminencia frente a los otros dialectos derivados del lemosín. Es decir, es absolutamente incorrecto decir que el valenciano o las variedades baleares son dialectos del catalán. Lo cierto es que (aun en el supuesto de que sean la misma lengua) valenciano, catalán y balear son todos dialectos del lemosión, se pongan como se pongan los catalanistas.
No me resisto a poner este enlace para ilustrar la polémica.
http://historiaregnemallorca.blogspot.com.es/2011/02/carta-antoni-partor-alcalde-de-manacor.html
Finalmente, recordarles a todos los que integran el blog que es buena la polémica, siempre y cuando se ciña a las normas de la más elemental cortesía.
Saludos cordiales
Bien, vamos avanzando, de acuerdo entonces en que la Academia da por zanjado el debate entre castellano y español, no seré yo quien intente discutir tan acreditada opinión.
Incluso para los catalanohablantes resulta difícil a veces entender el menorquín, según quien lo hable. También para un burgalés de pro, por ejemplo, resulta complicado entender a según qué sevillano o gaditano. Pero yo no sé qué lengua es dialecto de cual otra, en esa tema no opino.
Reconozco que no hablo menorquín, pero podría tener disculpa, nunca he estado en "ses illes" y apenas habré coincidido con media docena de nativos baleares a los que, reconozco, lograba medio entender con grandes esfuerzos de concentración por mi parte.
Ya que se interesa por el tema, no sólo hablo catalán, con acento de Lleida (català occidental) y de Madrid, por cierto. Casi podría decirse que soy políglota. Además hablo español, creo que decentemente, madrileño (no confundir con el anterior, en Lleida no me entienden si lo hablo) y un poco de inglés (eso que llaman nivel medio).
De todas formas, no alcanzo a ver qué tienen que ver mis modestas competencias lingüísticas con el imperialismo catalán en Menorca.
Escribíamos a la vez.
Para mí, si valenciano y catalán son lenguas diferentes, entonces Jesulín de Ubrique habla un idioma diferente del mío. Así de claro.
Y a los de Baleares me cuesta entenderlos por la pronunciación, cuando escriben se les entiende muy bien. Igual que con el idioma que hablan en aquellas sierras de Cádiz que tu conoces bien, Eduardo, la dificultad está en la pronunciación.
Los lingüistas dirán, que son los que saben, pero yo no hablaría ni de dialectos. Al oído y a la escritura, simples variantes de lo mismo.
Otra cosa es el imperialismo, ¿quién redacta la norma, un señor de Barcelona, de Valencia o de Menorca? Aquí viene la discusión.
De momento, el imperialismo de Barcelona también deja fuera al catalán de Lleida. En muchos pueblos de los alrededores, por ejemplo, se conjuga el subjuntivo de una forma peculiar (vingos por vinguis) que está fuera de la norma. En los libros de texto los niños estudian la norma, no el catalán de aquí.
Yo pensaba que los idiomas servían para abrir puertas y no para cerrarlas, y adivino que ustedes también lo creen.
Sus (envidiables) competencias lingüísticas me sirven de excelente excusa para caricaturizar el "imperialismo". Discúlpeme si le he ofendido, no era en absoluto mi intención.
El tema de la norma lingüística es siempre muy polémico porque supone la elección de una variedad lingüística en detrimento de otras. Hay entre los lingüistas también diferencias. En mi opinión son dialectos de un mismo idioma aquellos sistemas que fonológica, morfológica, sintáctica y léxicamente no se diferencian lo suficiente como para hacer imposible la comunicación entre los hablantes.
En mi opinión, y sin un trabajo de campo, el valenciano y el catalán son variedades del mismo idioma. Probablemente las variedades baleares sean también dialectos del mismo idioma. Esa es la opinión mayoritaria entre los lingüistas europeos. Otra cosa muy distinta es qué denominación deba recibir ese idioma. Yo creo que es más correcto hablar de lemosín que de catalán porque el origen del idioma es ese. De paso, esa denominación rompe con el complejo imperialista y separatista catalán.
Sobre la RAE, debe soportar presiones políticas que en ocasiones son insoportables. Solo así, (previo articulado de la Cosntitución, que recordemos también se invento el palabro de las "nacionalidades") se explica su posición ante la denominación del idioma. Es una voz reputada, y secuestrada también.
Saludos cordiales a todos.
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