Aparecen otra vez datos reales sobre la situación real en los centros de estudio. Y nuevamente, no se trata de estadísticas oficiales. Según una encuesta del sindicato CSIF, "el 98 por ciento de los profesores andaluces de Secundaria están "desilusionados" y "desmotivados".
Al profundizar en las causas, la misma encuesta denuncia que el "75% de los encuestados considera la burocracia como uno de sus principales problemas, mientras que la falta de respeto del alumnado preocupa a más del 67%, su comportamiento en clase preocupa al 64% y el trabajo y la predisposición del alumnado a más del 66%. El apoyo que prestan los padres y madres a la labor docente preocupa a más del 44% y los problemas relacionados con la convivencia a más del 77% del profesorado encuestado. Un 46 por ciento de los docentes asegura que está dando otras asignaturas que no tienen nada que ver con su especialidad debido al aumento del horario lectivo y más del 92% dice no sentirse apoyado por la administración.
Noticia en diariodesevilla.es
Más claro, imposible. Yo de todos estos datos apunto dos fundamentales. El problema más importante es la convivencia: el 77% de los encuestados así lo manifiesta. Y eso quiere decir, la ausencia de disciplina. Casi tres de cada cuatro compañeros reconocen que sus problemas provienen de la ausencia de disciplina. ¿En cuántas juntas de evaluación se oye a los profesores quejarse de los alumnos? O mejor dicho: ¿a cuántas juntas de evaluación hemos asistido en las últimas décadas en las que no se hable de que hablan, interrumpen o son maleducados? ¿Cuántos compañeros, por vergüenza, se callan lo mal que lo pasan enfrentándose a los chavales?
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