Nuevamente el Gobierno de Cataluña se burla del sistema democrático

Esta entrada será todo lo breve y esquemática que pueda ser. Como sabemos todos, hay una nueva sentencia (y ya van tres) que obliga al Gobierno de Cataluña a impartir clases en español a los alumnos que así lo pidan. Resulta increíble que a estas alturas todavía no se haya llevado a la práctica ninguna de ellas y los separatistas catalanes sigan empleando la educación como forma de hacer proselitismo político y social a través del lenguaje.

Observemos, tal y como informa ABC que en los centros educativos catalanes es obligatorio que haya un plan de "normalización" (esto quiere decir lisa y llanamente que se debe velar porque el catalán sea utilizado en detrimento del español) tanto para usos administrativos como para usos docentes. A su vez indica el Supremo en una sentencia anterior que el trato individualizado a los alumnos que pidan ser enseñados en español es una forma más de marginarlos. Tanto el Tribunal Constitucional como el Supremo han manifestado que se debe velar porque el español sea tambén lengua vehicular de la enseñanza en Cataluña.

No vamos a hablar de la estupidez que supone que nuestros compatriotas no aprendan español, la lengua materna de más de la mitad de los catalanes y además una de las lenguas de mayor proyeccion mundial... Ya lo hemos explicado en entradas anteriores y es algo tan lógico que no merece más argumentos.

Pero sí hay que manifestar varias cuestiones:

Lo primero es que obviamente las intenciones de los separatistas no son lingüísticas. Todo es de una hipocresía impresionante. El idioma es simplemente el terreno de confrontación que han elegido para menoscabar la unidad nacional y preparar la senda hacia la secesión. Los acontecimientos de las últimas semanas, cuando hemos conodico que CIU prepara ya un Gobierno de su futuro estado republicano es la muestra palpable y definitiva de lo que estamos diciendo.

Lo segundo es que resulta  paradójico que quienes buscan la secesión y se hartan de pedir sus derechos democráticos ignorarn u ocultan en qué consiste la democracia. Es erróneo pensar que se puede votar cualquier cosa como vienen afirmando en los últimos tiempos. No es legítimo por ejemplo votar que se asesine a una persona por abrumadora que fuera la votación. La democracia, ignorantes o traidores o las dos cosas, es en primer lugar el respeto a las leyes del propio Estado y a las regulaciones internacionales. Y este Gobierno catalán ha venido demostrando por activa y por pasiva su falta de respeto al principio democrático básico que son las sentencias judiciales. Habría que recordarles, de paso, que la legislación internacional sólo reconoce el derecho de autodeterrminación en los casos de colonialismo, Si no fuera así, en la ONU podría acabar entrando hasta el bullicioso y simpático barrio de Vallecas tras votar su secesión de España.

Lo tercero es que resulta algo más que un triste enigma que en casi cuarenta años de monarquía democrática, ningún Gobierno haya podido hacer cumplir ninguna de estas sentencias. Quizá ha sido mejor la política de brazos caídos y de mirar hacia otro lado que ha conducido a que Cataluña sea una de las zonas más corruptas de España y que les ha permitido planear la secesión a la luz pública sin problema ninguno. Que yo sepa, cuando alguien hace un delito, se manda a la fuerza pública que para eso está.

Finalmente, el problema, en nuestra humilde opinión contiene un buen grado de desfachatez y de esquizofrenia. Porque por muy separatistas que sean, los Pujol y todos los demás, tras manifestar su odio por España y por todo lo español incluyendo nuestra lengua, se aprovechan de nuestro idioma para hacer negocios en América Latina como los Pujol y los Más, para vender discos en español  o para dirigir Instituso Cervantes en la época de Zapatero en el extranjero. Sí, amigos, para ganar dinero, a los separatistas se les olvida cuánto desprecian nuestro idioma de charnegos y no tienen rubor alguno para llenar la buchaca (aixo sí, a la intimitat).